El aumento o elevación de los glúteos se está convirtiendo en una de las intervenciones de Cirugía Estética más demandadas.
La región glútea, está supeditada a cambios relacionados a nuestra edad, fluctuaciones en el peso, hábitos deportivos y factores hereditarios. Su morfología corresponde a la estructura esquelética de la pelvis, el desarrollo de los músculos glúteos, los depósitos de grasa y finalmente la piel. Cada persona tiene los glúteos de una forma diferente. Por eso la evaluación de los glúteos debe realizarse en conjunto, para obtener un excelente moldeado corporal. De la misma manera hay que observar la región lumbar, (grado de curvatura y componente graso), las caderas y parte superior de los muslos. Otro factor determinante es el grado de tonicidad (calidad y textura) de la piel.
LIPOTRANSFERENCIAS (AUTOINJERTO GRASO)
La técnica de inyección de grasa o autoinjerto graso para el aumento de los glúteos es una novedosa técnica, que ofrece resultados naturales, utilizando depósitos de excesos grasos de otras zonas del cuerpo para un aumento de volumen de otras, en resumen corresponde a una redistribución de los depósitos grasos. Está indicada en aquellas personas que desean aumentar el volumen de sus glúteos y no quieren implantes de silicona, sumando los beneficios de mejorar otras zonas donde el exceso graso no es deseado. Es una técnica indicada para aquellas personas que sólo quieren realzar un poco sus glúteos. No es aconsejable en grandes volúmenes.
HILOS TENSORES (LEVANTAMIENTO DE GLÚTEOS)
La técnica es sencilla y consiste en la introducción de los hilos bajo la piel con una aguja guía, diseñada especialmente para este fin. Cada hilo está provisto de pequeñas espículas que son la característica esencial que les permite anclarse en el tejido celular subcutáneo. Una vez introducidos, traccionan y producen una natural estimulación de la estructura del tejido, obteniendo así el efecto lifting. Finalizada la intervención ya se observa el resultado, para los cambios definitivos se deben esperar de 2 a 3 meses para que los hilos se asienten en el tejido y se acomoden. Como en todo procedimiento estético, hay un riesgo mínimo de enrojecimiento e inflamación. Esta es una técnica que ofrece buenos resultados a corto plazo, pues los resultados iniciales se van deteriorando rápidamente.